lunes, 12 de septiembre de 2011

'Habichuela Nieto' y Ana Mochón


Él tiene 23 años, ella 16. Los dos son ya grandes artistas granadinos que acaban de triunfar en el Festival de las Minas
11.09.11-00:13- ÁNGELES PEÑALVER | GRANADA

Ana y su cante añejo se trajeron cuatro premios hace un año del Festival de Cante de las Minas; este año, la joven ha vuelto del mismo concurso con un trofeo en las manos, el de cartageneras. En la garganta conserva el mismo sueño de siempre: ganar algún día la Lámpara Minera. La critica nacional ya reconoce su talento, aunque sea una benjamina. Por primera vez se sienta a tomar algo tranquilamente con Juan 'Habichuela Nieto', el guitarrista que también dejó boquiabiertos a los presentes en el templo del flamenco, donde ganó el máximo galardón en su categoría. Ambos reposan a los pies de la Alhambra, donde se arrancan juntos por primera vez.





jueves, 21 de abril de 2011

Critica Magazine


Ana Mochón, 16 años, cantaora
Acaba de cumplir 16 años y desde que era muy pequeña tenía muy clara la meta que quiere alcanzar en la vida: “Hasta que consiga la Lámpara Minera no me voy a rendir, porque soy tozuda y estoy trabajando para ello”. La granadina Ana Mochón lleva el cante flamenco en la sangre y en las entrañas, “porque procedo de una familia muy flamenca y ya iba en la tripa de mi madre al Cante de las Minas de La Unión (Murcia)”, señala refiriéndose a una de las citas más prestigiosas del flamenco. Y fue precisamente en la última edición de este festival donde Ana Mochón se alzó, aclamada por el público, con cuatro premios que la ponen más cerca de conseguir el preciado bien en el mundo del flamenco: la Lámpara Minera. Con siete años, esta cantaora de voz suave y desgarrada se inició en el cante de la mano de su padre, que le enseñó los fandangos de Pinto. “En casa no hemos vivido otra cosa que no sea el cante y el baile, yo lo llevo en la sangre, y me quiero dedicar a ello, aunque tengo previsto estudiar educación infantil”, explica. Añade que le gustaría “llevar una vida más normal, como llevan todas mis amigas de mi edad, pero no puedo porque si quiero llegar alto tengo que ensayar con mi padre un par de horas al día”. Aun así, reconoce que no le cuesta nada renunciar a lo demas, para dedicar más tiempo al cante. Le apasiona escuchar música flamenca en la voz de los grandes, como Enrique Morente, Cobitos o la Niña de los Peines, y explica con tristeza que le hubiera gustado cantar con el desaparecido Morente. La joven cantó recientemente en el Museo Arqueológico de Cartagena, una experiencia “maravillosa y distinta: nunca había cantado en un museo”, dice.

Testimonio recogido por Ángela de la Llana
Foto de Pedro Martínez

lunes, 14 de febrero de 2011

Biografía


Ana Mochón Cifuentes:

Nací en Granada, en 1994. Desde que estaba en el vientre de mi madre tuve que convivir con el flamenco, por nacer en una casa donde éste era el pan nuestro de cada día. Las noches de los sábados mi cuna eran dos sillas juntas en la Peña de la Platería, donde la almohada era la parte alta de las piernas de mi madre, que no las dejaba quietas ni un instante queriendo ella llevar el compás debajo de la mesa. Al fin me quedaba dormida con nanas de soleares y martinetes. Soportando entre dormida y desvelo ese soniquete que sin llegar a apreciarlo, se me quedaba en mis adentros, a los que luego más tarde empezaría a brotar en mí, como un surtidor. Con solo siete años me empiezo a interesar por la música flamenca. Enseñándome mi padre mis primeros fandangos del Pinto. Más tarde me apuntó en una escuela de flamenco. A partir de ahí, el gusanillo me empieza a picar y no paro pasando por escuelas, cursos y maestros de todas las índoles, cualquiera que me pueda aportar algo allí estaré junto con mi padre para poder moldear y perfeccionar este arte. Rebusco en las fuentes de los grandes, Chacón, La Niña, El Pinto, Tomás, Caracol y un sinfín de buena gente, que nos han dejado huella y escuela. Siempre, compagino mis estudios con actuaciones en entidades culturales y en actos benéficos de mi ciudad, o colaborando con mis escuelas, me voy desarrollando mis capacidades interpretativas y lo que vulgarmente se llama en el mundo del flamenco voy haciendo tablas.En el año 2008 poco antes de cumplir catorce años, me apunté al concurso de jóvenes flamencos provincial organizado por la Diputación de Granada quedando entre los tres finalistas. Es cuando empiezo a pensar, que parece ser que no lo hago tan mal. De este concurso dio a luz un CD junto con varios compañeros. A partir de esto las actuaciones han sido más frecuentes, actuando en capitales de Andalucía y fuera de ella y compartiendo cartel con compañeros y artistas de gran valía. En el año 2009 con solo catorce años me apunté al concurso nacional del Cante de las Minas de la Unión (Murcia), quedando clasificada para los cantes siguientes, Granaína y Media, Murciana y Levantíca. Más tarde quedé finalista en los restos de cantes andaluces grupo B quedando ganadora en este Grupo con mi cante por Granaínas.Al año siguiente, en el Cante de las Minas de la Unión, soy premiada con los primeros premios por tarantas, malagueñas y tangos; y el segundo premio de mineras. Y en el año 2011, obtuve el primer premio por Cartageneras, en dicho Festival.